Desde que en el año 1972 la ONU
estableciera el Día Mundial del Medio Ambiente, todos los años cada 5 de
Junio, se ha venido celebrando este evento, considerado como una de las
efemérides más importantes para Naciones Unidas. El objetivo es promover
la sensibilización general en materia de protección medioambiental.
En esta ocasión, el próximo jueves día 5 de Junio tomará el relevo Nueva
Zelanda, la cual desarrollará un programa de actividades encaminadas a
llamar la atención de toda la ciudadanía mundial; estudiantes,
académicos, organizaciones ambientales, políticos, gobernantes, etc.,
sobre los efectos que el cambio climático está produciendo en los
ecosistemas y el elevado riesgo de desastres ecológicos que amenaza a
nuestro planeta.
Las evidencias constatadas científicamente son las siguientes:
- La temperatura de la Tierra ha aumentado aproximadamente 0,75ºC desde
la Revolución Industrial.
- Diversos estudios demuestran que existe más CO2 en la
atmósfera que en cualquier momento de los últimos 600.000 años.
- En este siglo el aumento de la temperatura de la Tierra variará entre
1,4 y 5,8 ºC.
- Deshielo de los glaciares alrededor del mundo.
- Contracción del casquete polar ártico.
- Mayor intensidad y duración de las tormentas tropicales.
- Cambios en el comportamiento de plantas y animales.
Consecuencias todas ellas que requieren la intervención inmediata de
todos, tanto a nivel individual como colectivo, tomando medidas tales
como:
- En el hogar se debe mejorar el aislamiento térmico y la eficiencia de
los aparatos domésticos a través de mejores diseños y mejor uso de la
iluminación.
- Fomentar la eficiencia energética de los edificios y racionalizar el
consumo en las oficinas.
- En el transporte público, a través de mejoras en la tecnología de los
vehículos, mejorar el mantenimiento, cumplir los límites de velocidad y
realizar un uso más discreto de la aceleración y frenado.
- Incentivar campañas de educación e información de ahorro energético.
- Las empresas eléctricas (responsables del 24% de la emisión de CO2)
deben aumentar su eficiencia (utilizar los combustibles y procesos que
emitan menos gases efecto invernadero) y aumentar la proporción de
energías renovables.
- Las industrias consumidoras de energía (responsables del 16% de
emisiones de CO2) deben optimizar sus procesos para aumentar
su eficiencia.
- Aumentar las superficies vegetales que absorben Carbono; evitar la
deforestación y aumentar las repoblaciones, especialmente de especies
arbustivas.
CCI desarrolla desde 1967 cámaras de simulación climática para estudiar
el comportamiento de las especies en condiciones ambientales adversas e
investigar la preservación de la biodiversidad.
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