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Es una satisfacción
poder completar la noticia reflejada en la entrada publicada el pasado
26 de Febrero 2008 relacionada con la que fue denominada la “Cámara
Climática del fin del Mundo”.
La información ha sido
servida por el Diario El País de Cali, el cual no solo aporta datos más
concisos, sino que además los enriquece con la fotografía del "faraónico
mausoleo vegetal" que reproducimos a continuación.
La fortaleza
subterránea tiene capacidad para almacenar hasta 4,5 millones de
muestras de semillas de todo el mundo.
Para poder acceder a la
cámara climática hay que atravesar cuatro puertas blindadas, las cuales
se abren únicamente mediante llaves electrónicas.
En el interior no hay
personas y las instalaciones se controlan a distancia, mediante
detectores de proximidad y videocámaras.
El gobierno de Noruega
ha pagado 9,1 millones de dólares USA y la construcción a durado un año.
También son promotores el Fondo Mundial de la Diversidad de Cultivos (FMDC),
fundado por la FAO, y Biodiversidad Internacional.
Según Cary Fowler, director del FMDC, e impulsor del proyecto, la
diversidad vegetal es un “seguro de vida” para la humanidad, que de esta
forma estará mejor preparada para enfrentarse al cambio climático.
La opinión pública está
muy sensibilizada con la desaparición de determinadas especies animales,
pero lo que desconoce la mayoría de la población es que estamos
sufriendo una dramática extinción en masa de variedades agrícolas que
hace empobrecer progresivamente la vida vegetal sobre nuestro planeta.
Solo la conservación de
la diversidad de semillas de todo el mundo permitirá adaptarse a las
nuevas condiciones climáticas que están llegando. Las enfermedades de
los cultivos irán evolucionando y tendremos que prepararnos, no solo
para luchar contra ellas, sino también para mejorar los cultivos y
adaptarlos a zonas áridas que puedan permitir el cultivo con menos agua,
diferentes abonos que no liberen CO2 a la atmósfera, etc. Si no lo
hiciéramos, nuestra agricultura dejaría de existir.
Por tanto, se puede
decir que este proyecto podría, efectivamente, representar un "seguro de
vida" para la humanidad, siempre y cuando quede algo de agua dulce y la
desertización no invada la superficie de la Tierra.
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