Las cámaras para ensayos de
corrosión por niebla salina
CCI pueden ser catalogadas como de universales, dada su
característica "multinorma", cumpliendo rigurosamente
con la norma ASTM B-117 y todas sus homólogas.
Por tal motivo, todo equipo
CCI de esta serie permite reproducir a escala de laboratorio, de
forma artificial y acelerada, cualquier atmósfera corrosiva
salina que pueda existir en cualquier parte del universo
(proximidad al mar, explotaciones salinas, atmósferas
industriales particulares, etc.).
Dado que los materiales de
origen metálico, por su características electroquímicas
(fenómenos redox: oxidación-reducción) pueden sufrir importantes
deterioros cuando están sometidos a estas condiciones, es por lo
que han sido formuladas multitud de normas, muchas veces de
obligado cumplimiento y que se circunscriben tanto a diversos
tipos de materiales y sectores industriales, como a criterios de
los organismos y de los países que las han elaborado.
Lo que se pretende con ello
es conseguir unos criterios de calidad coherentes que permitan
lograr unos resultados de equivalencia a nivel sectorial,
cuestión que ha alcanzado gran relevancia con el fenómeno
multinacional.
Podemos decir en resumen que,
hoy día, es inadmisible excluir esta prueba de laboratorio, no
sólo para garantizar la permanencia en un determinado sector
industrial, sino para conocer en profundidad el grado de calidad
y resistencia de los materiales a los efectos corrosivos
mencionados.
Los criterios de fabricación
de las cámaras para corrosión acelerada CCI, dado el fin a que
se destinan, son construidas en materiales absolutamente
inoxidables, haciendo mención expresa a sus partes metálicas.
En efecto y teniendo en
cuenta los derramamientos de solución salina que se producen por
los bordes y partes exteriores de estos equipos, el acabado
externo no se pinta, cuestión que suele ocultar aceros de mala
calidad.
La construcción exterior y
todos los materiales metálicos, incluyendo tornillería, son absolutamente
en acero inoxidable AISI 316 L. El interior está construido en
composite de nueva tecnología, reforzado con estructura de
silicio de alta calidad según la nueva tecnología empleada en
los sectores aeronáutico y naval, además, por razones
estéticas, se dota de un recubrimiento color naranja, ofreciendo al usuario una
garantía máxima frente al deterioro corrosivo y el cumplimiento
de las más recientes normas de seguridad CE y de protección de
riesgos laborales. (Los materiales plásticos no son
aconsejables).
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