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Hace
alrededor de 30 años, investigadores anunciaron que las concentraciones
de ozono en lo alto de la atmósfera sobre el polo Sur, habían alcanzado
un mínimo histórico. Esta capa crítica de la atmósfera, que nos protege
de los dañinos rayos UV del Sol, tenía un “agujero”. Y ese agujero se
estaba expandiendo rápidamente. Este descubrimiento dio lugar al
Protocolo de Montreal, un tratado internacional que regula la producción
de químicos que destruyen el ozono, como los clorofluorocarbonos, o
CFCs. Como resultado, la capa de ozono ahora está reparándose.
Con
el propósito de estudiar más profundamente esta capa de la atmósfera, la
NASA ha lanzado un sensor de ozono para ayudar a monitorear el cambio a
largo plazo en la capa de ozono. Dicho sensor, llamado SAGE III, que es
la abreviatura en idioma inglés de “Stratospheric Aerosol and Gas
Experiment III” (Experimento sobre Aerosoles y Gases Estratosféricos
III, en idioma español), estará instalado en la Estación Espacial
Internacional, o EEI, por sus siglas en español (International Space
Station, o ISS, por sus siglas en inglés), en 2017. SAGE III representa
el cuarto de una serie de instrumentos que han utilizado técnicas
similares para medir el ozono y aerosoles en la atmósfera, desde 1979,
con más de 25 años de patrimonio en órbita.
La
órbita de la estación espacial, que es diferente a la órbita de la
mayoría de los satélites que observan la Tierra, hace que la estación
espacial sea un punto estratégico de observación para recolectar datos
valiosos sobre la salud y el estado de nuestro planeta. La órbita la
acerca a la Tierra y permite que los instrumentos ubicados a bordo vean
nuestro planeta en diferentes horas del día y bajo condiciones de
iluminación variables.
La
NASA está agregando a la estación espacial capacidades de observación
terrestres como el instrumento SAGE III. Este instrumento monitoreará el
ozono alrededor de la Tierra a diversas horas del día y de la noche, en
todo el planeta y durante todas las estaciones del año, utilizando la
luz solar y lunar que pasan a través de la atmósfera.
“Las
partículas (aerosoles) y los gases en la atmósfera absorben y dispersan
la luz a varios grados, según sus propiedades”, explica el investigador
principal de SAGE III, Pat McCormick. “Al medir la atenuación de la luz
solar cuando pasa a través de una sección de la atmósfera terrestre al
amanecer o al atardecer, podemos determinar la cantidad y la ubicación
de estos aerosoles y gases. La atenuación de la luz solar reflejada
desde la Luna se utilizará de manera similar para recolectar datos
adicionales”.
SAGE
III también medirá el ozono en niveles múltiples de la atmósfera,
llegando hasta la parte superior de la troposfera y la estratósfera.
Proporcionará una imagen prácticamente global del ozono troposférico y
la resolución vertical será mejor que la de la mayoría de otros
instrumentos vinculados con el ozono.
McCormick dice: “Todo esto significa que SAGE III brindará una
caracterización muy sólida y precisa de la capa de ozono”.
Otro
instrumento de última generación, el Sensor de Generación de Imágenes de
Relámpagos (Lightning Imaging Sensor, o LIS, por sus siglas en inglés),
será instalado en la estación espacial en el 2017. LIS captará datos
totales de relámpagos en tiempo real en gran parte del planeta, incluso
en regiones donde los datos son escasos, como sobre los océanos, con el
fin de brindar apoyo para realizar pronósticos del tiempo y advertencias
meteorológicas. El instrumento LIS para la EEI es una copia del LIS que
se utilizó como parte de la Misión de Medición de Lluvias Tropicales
(Tropical Rainfall Measuring Mission o TRMM, por sus siglas en inglés),
de la NASA, la cual dejo de funcionar en el año 2015. Desde la estación
espacial, este nuevo instrumento LIS podrá “observar” mucho más lejos en
la dirección de los polos terrestres que lo que lo podía hacer TRMM,
aprovechando así la ventaja de la inclinación más alta de la estación
espacial.
Se
espera que otros tres instrumentos comiencen a funcionar en la estación
espacial para el año 2019: la Investigación sobre la Dinámica del
Ecosistema Global (Global Ecosystem Dynamics Investigation, o GEDI, por
sus siglas en inglés), el Experimento del Radiómetro Térmico Espacial
ECOsistema en la Estación Espacial (ECOsystem Space-borne Thermal
Radiometer Experiment on Space Station, o ECOSTRESS, por sus siglas en
inglés), y el Observatorio Orbital del Carbono 3 (Orbiting Carbon
Observatory-3, u OCO-3, por sus siglas en inglés).
La
GEDI revolucionará el monitoreo de los bosques tropicales, y lo hará
disparando rayos láser hacia las copas de los árboles en los bosques en
nuestro planeta para tomar mediciones a escala detallada de su altura y
estructura interna. El ECOSTRESS estudiará el uso del agua y el estrés
hídrico en la vegetación. La órbita de la estación espacial permitirá
que ECOSTRESS realice observaciones en diferentes momentos del día en
todas las estaciones del año. El OCO-3 recolectará mediciones espaciales
del dióxido de carbono en la atmósfera, para evaluar su distribución y
variabilidad.
La
EEI es un lugar ocupado; allí se estudian los efectos de más allá de la
Tierra y también de la Tierra misma.
Información completa en:
www.nasa.gov/station
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