El
cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental a la que se
enfrenta la humanidad.
1,5 grados
Cerca
de 200 países acordaron fijar en 1,5 ºC el umbral máximo de aumento de
la temperatura del planeta.
0
emisiones
Debemos reducir las emisiones de carbono lo más cerca posible a cero
para 2050 si no queremos vivir los peores efectos del cambio climático.
3,8 billones de dólares
Según
el Banco Mundial, las pérdidas por los desastres naturales alcanzan los
3,8 billones de dólares desde 1980.
Tierra desertificada en Brasil Una pastora cuida de su rebaño de ovejas
que pastan cerca de una central de carbón en Jepara, Java Central. Un
edificio inundado cerca de la costa de Nueva Jersey tras el huracán
Sandy.
El
problema
El
cambio climático es el mal de nuestro tiempo y sus consecuencias pueden
ser devastadoras si no reducimos drásticamente la dependencia de los
combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero. De
hecho, los impactos del cambio climático ya son perceptibles y quedan
puestos en evidencia por datos como:
El
aumento de la temperatura global está alcanzando el mayor valor de la
historia de la humanidad
La
subida del nivel del mar.
El
progresivo deshielo de las masas glaciares, como el Ártico.
Pero
hoy también estamos viendo los impactos económicos y sociales, que serán
cada vez más graves, como:
-
Daños en las cosechas y en la producción alimentaria.
- Las
sequías.
- Los
riesgos en la salud.
Los
fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas y huracanes.
En
los peores escenarios probables que los expertos reflejan, el aumento de
temperatura podría llegar a los 4,8ºC para final de siglo. El cambio
climático es un problema global que alcanza una perspectiva ambiental,
política, económica y social en la que las peores previsiones también
implican enormes pérdidas económicas. Y es que cuanto más tardemos en
actuar, mucho más elevadas serán las inversiones para la adaptación al
aumento de la temperatura.
Todavía en 2016, el 85% de la energía usada en España provenía de
combustibles fósiles o energía nuclear. De hecho, España, junto con
otros cinco países de la Unión Europea, acumulan alrededor del 70% de
todos los gases de efecto invernadero del continente.
Por
si eso fuera poco, la última reforma del sector eléctrico frena las
energías renovables, penaliza el autoconsumo energético y fomenta
energías sucias, como la extracción de petróleo y el fracking, un
sistema altamente contaminante que permite extraer gas o petróleo
fracturando el subsuelo.
La
solución
El
sector energético, debido a su uso de energías sucias —petróleo, carbón
y gas—, es uno de los mayores contribuidores al calentamiento global.
Unas 90 empresas son responsables de casi las dos terceras partes de las
emisiones mundiales. En España, las grandes eléctricas —Endesa,
Iberdrola y Gas Natural Fenosa— siguen apostando por una energía
contaminante en la que no tienen cabida las renovables, por eso
trabajamos para que este modelo insostenible cambie.
La
revolución energética en manos de la ciudadanía es el camino: con las
energías renovables se conseguirán paliar los efectos del cambio
climático y lograr una eficiencia energética que generará puestos de
trabajo y reducirá los costes de electricidad. La Unión Europea y sus
estados miembros solo podrán avanzar y prescindir de los combustibles
contaminantes y de la energía nuclear si permiten que la ciudadanía
participe y se beneficie de la transición renovable.
«El
cambio climático es una realidad que ya va a tener implicaciones
inevitables, pero aún podemos minimizar sus consecuencias más severas»
Qué está haciendo Greenpeace
Greenpeace trabaja para impulsar soluciones que consigan frenar el
cambio climático, con especial atención en el sector energético y el
transporte, apoyando políticas que hagan posible un sistema energético
democrático y 100% renovable basado en el ahorro y la eficiencia, así
como acuerdos y tratados internacionales que logren reducir las
emisiones mundiales.
Muchos de los esfuerzos de Greenpeace están enfocados en el sector
eléctrico, persiguiendo alcanzar un modelo basado en energías limpias,
libre de los gases de efecto invernadero derivados del uso de
combustibles fósiles. Solo hace falta voluntad y planificación del
Gobierno y las empresas.
Qué puedes hacer tú
¡Actúa con tu consumo! Adoptando unas sencillas medidas de eficiencia
energética en tu casa ahorrarás dinero y contribuirás en la lucha contra
el cambio climático. Aquí te proponemos algunas.
Debemos unirnos a Greenpeace para exigir a gobiernos y empresas que
adopten políticas y prácticas sostenibles. Donde una persona no llega,
un colectivo sí.
Fuente: Greenpeace
https://es.greenpeace.org/es/trabajamos-en/cambio-climatico/
www.cci-calidad.com |