El
laboratorio JPL de la NASA, tiene previsto investigar, desde la Estación
Espacial Internacional, el impacto del cambio climático en las plantas,
utilizando para ello la medición del brillo vegetal en diversos lugares
de nuestro planeta.
Para
ello, el Observatorio de Carbono Orbital-3 (OCO-3) de la NASA, que es
como se denomina el instrumento que se empleará, investigará no solo
cómo evolucionan los niveles de dióxido de carbono en nuestra atmósfera,
sino también la “fluorescencia solar inducida”, o la luz que emiten las
plantas que no pueden ver los seres humanos. Las plantas producen esta
luz mientras absorben el dióxido de carbono de la atmósfera y utilizan
la energía de la luz UV del Sol para convertirlo en azúcar mediante la
fotosíntesis.
Este
brillo que verán los científicos desde el espacio, les permitirá conocer
donde están prosperando las plantas y cómo están respondiendo al clima
cambiante.
Por
ejemplo, datos de la misión ayudaron a los investigadores descubrir que
El Niño de 2015-2016, un evento climático que aumentó las temperaturas y
alteró las precipitaciones globales, causó que los trópicos produjeran
2.500 millones de toneladas extras de carbono al aire, gracias en parte
a una reducción de fotosíntesis en la cuenca del Amazonas.
No
obstante, mientras que al principio solo se obtenía una foto instantánea
en el tiempo de los mismos lugares a la misma hora cada día, OCO-3
capturará la fluorescencia de las plantas y los niveles de CO2 a lo
largo de todo el día. Esto debería ayudar a los científicos a concentrar
cuándo las plantas son más activas y cómo ciertos factores, desde la luz
del sol hasta las condiciones climáticas, afectan su crecimiento.
Investigadores piensan que esta información puede mejorar las prácticas
para la gestión de tierras.
OCO-3
también tiene un nuevo sistema de señalización que le permite crear
mapas instantáneos del dióxido de carbono y el crecimiento de plantas en
zonas específicas, algo que nunca se ha hecho desde el espacio. Estos
mapas permitirán que los investigadores empiecen a responder preguntas
importantes relacionadas a cómo las emisiones de carbono se extienden al
exterior desde una central eléctrica, cómo las tasas de crecimiento de
las plantas varían dentro y fuera de los límites de una ciudad y si las
emisiones volcánicas de carbono pueden mejorar la vegetación.
Los
investigadores que están trabajando en el proyecto de OCO-3, como
Annmarie Eldering, esperan obtener más conocimientos para responder a
estas preguntas específicas y entender mejor la influencia del carbono
en el desarrollo vegetal.
Fuente: JPL NASA
https://www.jpl.nasa.gov/news/news.php?feature=7370
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