La
tolerancia térmica de las especies es un factor clave para determinar su
futura distribución ante el cambio climático. Las poblaciones de una
misma especie presentan diferencias de tolerancia de hasta 3ºC en
distintas regiones de la península ibérica.
La
tolerancia térmica de los reptiles modifica los periodos que estos
animales dedican a actividades determinadas por las condiciones
climáticas. En el estudio, que ha sido portada de la revista Journal of
Animal Ecology, investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales
(MNCN-CSIC) y otras instituciones científicas de Portugal, Bélgica y
Australia han estudiado el fenómeno de la tolerancia en 59 poblaciones
de 15 especies de lagartos y lagartijas ibéricas. En el trabajo
observaron que las poblaciones de una misma especie presentaban
diferencias de tolerancia de hasta 3 grados centígrados en distintas
regiones y climas de la península ibérica.
El
estudio también revela que, en promedio, estos reptiles pueden tolerar
temperaturas corporales entre 41 y 48 grados centígrados según las
especies. "Conocer el contraste que se produce entre poblaciones es
importante porque muchas investigaciones utilizan la tolerancia térmica
de una sola población para pronosticar la respuesta al clima en toda el
área de distribución de la especie en cuestión", contextualiza el
investigador de la Universidad de Adelaida, Salvador Herrando que
también ha trabajado en el MNCN.
La
investigación refleja que, en función de la población que se elige para
representar a una especie, la cantidad de tiempo estimada en la que la
especie tiene su actividad restringida en su área de distribución puede
variar 11 días en promedio, y más de 20 días para 6 de las especies
estudiadas. Debido a que, durante los periodos de calor extremo, los
reptiles no pueden alimentarse ni reproducirse, la variación de la
tolerancia térmica entre poblaciones condiciona las estimaciones del
impacto climático sobre las especies. Por eso debe ser tenida en cuenta
en los estudios de cambio global. "Nuestros datos sugieren que la
respuesta fisiológica al calentamiento global de muchas especies puede
estar infravalorada, al menos en parte de su rango de distribución, y
que gracias a ello algunas poblaciones van a tolerar mejor que otras el
incremento global de temperaturas", indica el investigador del MNCN
David Vieites.
La
investigación en cifras
La
península ibérica es una región biogeográfica ideal para este tipo de
estudios gracias a su alta diversidad de reptiles, y a su complejidad
orográfica y climática. Actualmente hay unas 25 especies de lagartijas y
lagartos diurnos en la región, es decir, los investigadores han
trabajado con el 60% de las especies ibéricas de los llamados
lacértidos.
Para
completar la investigación, los ecólogos radicados en el Museo Nacional
de Ciencias Naturales recorrieron 25.000 km en España y Portugal, y
muestrearon más de 300 reptiles. Asimismo, dedicaron 200 horas a
experimentos fisiológicos y más de 500 horas al cuidado de los animales
en la Estación Biológica de El Ventorrillo para su posterior devolución
al hábitat nativo.
S.
Herrando‐Pérez, F. Ferri‐Yáñez, C. Monasterio, W. Beukema, V. Gomes, J.
Belliure, S.L. Chown, D.R. Vieites y M.B. Araújo (2019) Intraspecific
variation in lizard heat tolerance alters estimates of climate impact.
Jorunal of Animal Ecology 88(2):247-257. DOI: 10.1111/1365-2656.12914.
Fuente:
Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)
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