Que el cambio climático está derritiendo los hielos polares por efecto
de la elevación de temperatura del planeta es un hecho unánimemente
reconocido, pero hasta la fecha nadie lo había argumentado con tanto
rigor como lo ha hecho el ex-director de ciencia climática de la NASA,
James Hansen.
En los tiempos en que Hansen era director del Instituto Goddard para los
Estudios Espaciales de la NASA, ya denunció la evidencia de la subida
del nivel del mar por efecto del calentamiento global, al igual que lo
sigue haciendo actualmente desde su puesto en la Universidad de Columbia.
Un artículo publicado por Hansen en la revista Atmospheric Chemistry and
Physics expone el posible desenlace hacia una reorganización geográfica
de las líneas costeras del planeta por efecto de la subida del nivel de
los mares y océanos.
Hansen sostiene su teoría relativa al mecanismo de aumento del nivel del
mar mucho más rápido de lo que podría creerse hasta la fecha.
Su tesis defiende que cuando las capas de hielo de la Tierra se
derriten, provocan una corriente de agua fundida más caliente que las
masas colindantes, capaz de derretir la parte sumergida del hielo que
están al borde del océano, formando una lente de agua fresca cuyo
fenómeno se denomina “retroalimentación positiva” que provoca que se
fundan las bases de las masas heladas.
En base a ello, Hansen indica que si estos transportadores oceánicos
[las corrientes] fueran impactados, esto podría crear diferencias de
temperatura mucho más grandes entre los trópicos y el Atlántico norte,
llevando a “súper tormentas mucho más fuertes que cualquiera vista en
tiempos modernos”.
Según sostiene Hansen existe la evidencia, proveniente de climas
antiguos (conocida como información paleoclimática), la cual sugiere
que esto ya ha sucedido en la Tierra antiguamente.
Ahora, según el IPCC [Panel Intergubernamental para el Cambio Climático]
los niveles mundiales del mar sólo se elevarán un máximo de no más de un
metro hacia finales de siglo, pero Hansen dice que el nivel del mar
podría subir varios metros por encima de las estimaciones del IPCC, y
además, de forma mucho más rápida.
De ser cierto, el aumento del nivel del mar sería de varios metros, lo
cual significaría la pérdida de todas las ciudades costeras, la mayoría
de las ciudades más grandes del mundo, y toda su historia.
La idea de que las capas de hielo se están volviendo inestables y
podrían elevar el nivel del mar varios metros, lo evidencia el hecho de
que el nivel del mar ha subido varios metros en la historia de la
Tierra, incluso mucho antes de la llegada del homo sapiens, de tal
manera que la capa de hielo de la Antártica por sí sola pudo haber
elevado el nivel del mar hasta unos 17 metros hace miles de años.
Comentando el estudio de Hansen, el Dr. John Church, un experto en
aumento del nivel del mar en el CSIRO de Australia, dice que a medida
que aumenten las emisiones de combustibles fósiles, los niveles del mar
serán mucho más altos.
“Incluso con los escenarios de menores emisiones de CO2, el planeta
camina hacia un aumento del nivel del mar que durará siglos”, sentencia.
Como siempre, existen detractores a estas teorías, pero lo que sí es
cierto es que, sea cual sea la cuantificación del riesgo, es
incuestionable la necesidad de tomárselo muy en serio, antes de que
llegue el punto de no retorno.
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