Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) y la Universidad Autónoma de Barcelona ensayaron con éxito el
cable de distribución de energía eléctrica más potente del mundo, capaz
de transportar hasta cinco veces más energía que los sistemas actuales.
El prototipo, financiado por Endesa, permitiría alcanzar mejoras de más
del 50% en la eficiencia de los sistemas, lo que no sólo supone un
importante ahorro energético sino también una significativa reducción de
emisión de CO2, ya que en la generación de electricidad se usa un alto
porcentaje de combustibles fósiles.
El director del proyecto, Xavier Obradors, del Instituto de Ciencia de
Materiales de Barcelona (CSIC), señaló su importancia: “El proyecto es
imprescindible porque el sistema eléctrico actual, del que dependemos
hasta límites insospechados, no está preparado para afrontar el
previsible crecimiento de la demanda, mientras que un sistema eléctrico
superconductor como el que desarrollamos facilitaría que pueda
satisfacerse dicha demanda, a la vez que se disminuye la aportación de
gases generadores de cambio climático”.
El nuevo modelo de cable utiliza el nivel de corriente más alto hasta la
fecha, 3.200 amperios frente a los 600 actuales, y su capacidad de
transporte equivale a entre seis y ocho cables subterráneos
convencionales de similar dimensión. Esta mayor densidad permitiría
reducir el impacto ambiental de los tendidos eléctricos y supondría un
ahorro de recursos urbanos gracias a la reducción de espacio.
“Además, con los nuevos sistemas superconductores el sistema eléctrico
será más seguro, eficiente y limpio, porque los transformadores serán
ignífugos y se utilizarán limitadores de corriente para evitar la
desconexión en cadena de transformadores y generadores”, añadió
Obradors. “Estas desconexiones se producen generalmente en caso de
averías y generan grandes pérdidas económicas además de molestias a la
población”, explicó.
En la investigación y realización del prototipo participaron el CSIC, la
Universidad Autónoma de Barcelona, Labein-Tecnalia, Nexans y Endesa. La
financiación corrió a cargo de Endesa, que en 2007 concedió a la
investigación el premio Novare de eficiencia energética, con una
dotación de 500.000 euros.
Nuevos materiales superconductores
La tecnología superconductora no sólo se limita a los cables, sino que
abarca también transformadores, motores, dispositivos de almacenamiento
magnético y mecánico y limitadores de corriente.
En este sentido, la investigación también profundizó en los procesos de
producción de materiales de segunda generación y bajo coste basados en
métodos de deposición química (proceso químico para depositar capas
delgadas de materiales sobre una superficie). Dicha tecnología fue
desarrollada por los investigadores del Instituto de Ciencia de
Materiales de Barcelona del CSIC, que han conseguido densidades de
corriente únicas en el mundo y avances significativos hacia su
industrialización.
Una de las primeras aplicaciones de esta tecnología pudo verse en el
marco del proyecto europeo Eccoflow, con participación del CSIC y
Endesa, que llevaría a cabo las pruebas de campo del llamado SFCL
(limitador superconductor de corriente de falta), un nuevo elemento de
protección para redes de distribución cuya principal novedad es el uso
de un recubrimiento de óxido de itrio, bario y cobre.
Fuente: CSIC 30/04/2010
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