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Según ha publicado la revista Nature Comunications, en condiciones de
sequía extrema, las plantas pueden llegar a obtener agua de la
estructura cristalina de los materiales tales como el yeso, un mineral
que aflora en zonas áridas y semiáridas, y es muy abundante en la
Península Ibérica.
En condiciones naturales, el yeso puede perder el agua de cristalización
(alrededor de un 20% de su peso), formando bassanita (sulfato cálcico
con media molécula de agua) o anhidrita (sulfato cálcico sin agua). Esta
capacidad de hidratarse y deshidratarse podría ser la clave de la
supervivencia de muchas especies de plantas en épocas de sequía. Un
estudio liderado por científicos del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) aporta evidencias que apoyan esta posibilidad. Los
resultados se publican en la revista Nature Communications.
“En el estudio hemos comparado la
composición del agua del suelo y el agua de cristalización del yeso con
el agua del xilema (la llamada savia bruta, que es extraída del suelo
por la planta), y hemos estimado la contribución relativa de cada una de
estas fuentes de agua”, explica la investigadora del CSIC Sara Palacio,
del Instituto Pirenaico de Ecología, que ha liderado el estudio junto al
Centre Agrotecnio de la Universitat de Lleida. “Los resultados
demuestran que el agua de cristalización del yeso es una fuente de agua
fundamental para las plantas de raíz poco profunda que habitan en
terrenos yesosos, especialmente en verano, cuando puede llegar a
representar el 90% del agua absorbida por las plantas”, detalla Palacio.
“Este trabajo constituye la primera
evidencia experimental de que los organismos vivos pueden utilizar el
agua de cristalización de minerales como el yeso”, añade la
investigadora. Una vez se conozcan los mecanismos que dan lugar a este
proceso, sería posible desarrollar nuevas tecnologías que faciliten la
reforestación y el cultivo en zonas áridas, según avanza Palacio.
El yeso es también un mineral
frecuente en Marte, donde los expertos en exobiología lo han
identificado como un sustrato clave en la búsqueda de formas de vida
extra-planetaria. Según Juan Pedro Ferrio, de la Universitat de Lleida,
“se inicia así un nuevo campo de estudio apasionante, con importantes
implicaciones para la búsqueda de adaptaciones a la vida en ambientes
extremos, tal vez incluso en otros planetas”.
Es de destacar que a escala de laboratorio es posible experimentar el
crecimiento de plantas bajo condiciones climáticas extremas en sustratos
diversos, tales como los materiales capaces de liberar agua de
cristalización, mediante las cámaras climáticas de simulación.
Fuente: CSIC 2014
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