La NASA ha lanzado con éxito su primera nave espacial dedicada al
estudio del dióxido de carbono en la atmósfera.
El miércoles 2 de julio, a las 2:56 de la mañana, hora diurna del
Pacífico, el Observatorio Orbital 2 del Carbono despegó desde la Base
Vandenberg de la Fuerza Aérea ubicada en California, abordo del cohete
United Launch Alliance Delta II. Aproximadamente 56 minutos después del
lanzamiento, el observatorio se separó del segundo módulo del cohete y
se encaminó hacia una órbita inicial de 690 kilómetros. La telemetría
inicial muestra que la nave espacial se encuentra en excelentes
condiciones.
Pronto, OCO-2 comenzará una misión que durará como mínimo dos años y que
estará destinada a localizar fuentes y lugares de almacenamiento de
dióxido de carbono en la Tierra. El dióxido de carbono es el principal
gas de efecto invernadero, producido por los seres humanos, que provoca
el calentamiento de nuestro mundo y constituye un componente vital del
ciclo del carbono del planeta.
“El cambio climático es el desafío de nuestra generación”, expresó el
administrador de la NASA, Charles Bolden. “Con OCO-2 y nuestra flota de
satélites, la NASA está absolutamente preparada para aceptar el desafío
de documentar y entender estos cambios; y lo hará prediciendo las
ramificaciones y compartiendo información sobre dichos cambios para el
beneficio de la sociedad”.
OCO-2 llevará a un nivel superior los estudios que dirigirá la NASA
relacionados con el dióxido de carbono y con el ciclo global del
carbono. La misión producirá la imagen más detallada con la que se
cuenta hasta la actualidad de las fuentes naturales de dióxido de
carbono, así como también de sus “sumideros” (los sitios sobre la
superficie de la Tierra por los que sale el dióxido de carbono de la
atmósfera). El observatorio estudiará cómo se distribuyen estas fuentes
y estos sumideros alrededor del mundo y cómo cambian con el transcurso
del tiempo.
“La desafiante misión es oportuna e importante”, dijo Michael Freilich,
quien es el director de la División de Ciencias de la Tierra, la cual
pertenece al Directorio de Misiones Científicas de la NASA, en
Washington. “OCO-2 realizará mediciones absolutamente precisas de las
concentraciones de dióxido de carbono atmosférico cerca de la superficie
de la Tierra, lo que sentará las bases para poder tomar decisiones
políticas informadas sobre cómo adaptarse y disminuir el futuro cambio
climático”.
Los sumideros de dióxido de carbono constituyen el corazón de un
rompecabezas científico de larga data, el cual ha hecho que sea difícil
para los científicos predecir con exactitud cómo cambiarán los niveles
de dióxido de carbono en el futuro y cómo afectarán al clima de la
Tierra esas concentraciones en constante cambio.
“En la actualidad, los científicos no saben exactamente dónde y cómo los
océanos y las plantas de la Tierra han absorbido más de la mitad del
dióxido de carbono que las actividades de los seres humanos han emitido
hacia nuestra atmósfera desde el inicio de la era industrial”, señaló
David Crisp, quien dirige el equipo científico de OCO-2, en el
Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, ubicado en Pasadena,
California. “Por ello, no podemos predecir con exactitud cómo se
desenvolverán estos procesos bajo la forma de un cambio climático”. Para
que la sociedad maneje mejor los niveles de dióxido de carbono en
nuestra atmósfera, necesitamos poder medir los procesos naturales de las
fuentes y de los sumideros”.
Las mediciones exactas de la concentración de dióxido de carbono en la
atmósfera son necesarias porque los niveles ambientales varían menos que
un dos por ciento de las escalas regionales respecto de las
continentales. Los cambios típicos pueden ser tan pequeños como un
tercio del 1 por ciento. Las mediciones que llevará a cabo OCO-2 están
diseñadas para medir estos pequeños cambios con exactitud.
Durante los próximos 10 días, la nave espacial será sometida a un
proceso de revisión y luego iniciará tres semanas de maniobras que la
colocarán en su órbita operativa final de 705 kilómetros (438 millas),
cerca del polo, a la cabeza de la constelación internacional de
satélites de observación de la Tierra denominada Afternoon
Constellation, o “A-Train”. A-Train, el primer “súper observatorio”
volador, compuesto de múltiples satélites, registrará la “salud” de la
atmósfera y del medio ambiente de la superficie de la Tierra, y llevará
a cabo una cantidad de mediciones sin precedentes, de manera casi
simultánea, relacionadas con el clima y con las condiciones del tiempo.
Las operaciones científicas de OCO-2 se iniciarán alrededor de 45 días
después del lanzamiento. Los científicos esperan comenzar a almacenar
datos calibrados de la misión dentro de aproximadamente seis meses y
planean dar a conocer sus primeras estimaciones de las concentraciones
de dióxido de carbono a comienzos del año 2015.
El observatorio tomará muestras uniformemente de la atmósfera ubicada
por encima del suelo y del agua de la Tierra y todos los días tomará más
de 100.000 mediciones individuales y precisas del dióxido de carbono que
yace por encima de todo el hemisferio de la Tierra iluminado por la luz
del Sol. Los científicos usarán estos datos en modelos creados por
computadora con el fin de generar mapas de la emisión y de la absorción
de dióxido de carbono en la superficie de la Tierra a escalas
comparables en tamaño con el estado de Colorado. Estos mapas a escala
regional proporcionarán nuevas herramientas para localizar e identificar
fuentes y sumideros de dióxido de carbono.
Asimismo, OCO-2 medirá un fenómeno denominado fluorescencia inducida por
el Sol, el cual es un indicador del crecimiento y de la salud de las
plantas. A medida que las plantas realizan la fotosíntesis y absorben
dióxido de carbono, producen fluorescencia y emanan una pequeña cantidad
de luz que es invisible a simple vista. Como una mayor fotosíntesis se
traduce en una mayor fluorescencia, los datos sobre la fluorescencia
proporcionados por OCO-2 ayudarán a esclarecer un poco más el tema de la
absorción de dióxido de carbono por parte de las plantas.
Es de destacar que a escala de laboratorio es posible experimentar todo
tipo de cambios atmosféricos y sus consecuencias sobre los seres vivos,
mediante la utilización de las cámaras climáticas con control de
contaminantes atmosféricos como el CO2.
Fuente: NASA
http://www.nasa.gov/oco2
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